Elementos esenciales sobre los Ángeles Guardianes
A través de la todopoderosa Voluntad Divina misma, a cada ser humano se le ha adjudicado desde el momento del nacimiento, un así llamado Ángel Guardián. Como nos muestra el nombre, el Ángel Guardián es una sublime, brillante entidad angelical, cuya principal responsabilidad en conexión con el ser humano que él/ella está protegiendo a través de un mandato divino, es proteger, guiar e inspirar de un modo secreto, “divino”.
Como el Gran modelo divino de toda la humanidad, Jesucristo nos muestra, incluso los más pequeños e indefensos seres humanos tienen cada uno un Ángel Guardián que lo inspira, guía y protege: “Nunca jamás desprecien alguno de estos pequeños, les digo la verdad a ustedes: sus ángeles están en los cielos y ven por siempre el rostro de Mi Padre, quien está en El Cielo.” (Matero 18:10)
Acorde con el nivel espiritual de ser humano, su Ángel Guardián puede pertenecer a cualquiera de las 9 jerarquías de luz, comenzando desde la jerarquía de los Ángeles (en el caso de los seres ordinarios) a la jerarquía de los Serafines (este es el caso de los seres humanos que vienen a la Tierra [reencarnados] teniendo ya un elevado nivel de conciencia y “piedad” que es extraordinariamente elevado).
Hay un Ángel Guardián perteneciente a una u otra de las jerarquías y legiones angelicales (en concordancia con las dimensiones espirituales de la divina protección que tienen la misión de asegurar) también para cada comunidad humana, (etnia, nación, raza humana) y para cada cuerpo celeste (planeta, estrella, galaxia, etc.)
Normalmente, los Ángeles Guardianes manifiestan espontáneamente su apoyo e influencia divina protectora cuando el ser humano de verdad lo necesita, porque la misión que tienen de Dios con respecto a nuestro ser, es de actuar como la sublime Providencia (como regla, aparte de esta responsabilidad, también están a cargo de numerosas funciones cósmicas).
Su alegría es inmensa cuando el ser humano que están guiando es firmemente orientado hacia Dios y hace grandes progresos en el camino hacia la perfección. También, a medida que el ser humano respectivo avanza más y más en el camino de la santidad, más y más ángeles de las jerarquías superiores son adjudicados (enviados por Dios) al ángel guardián de ese ser. De esta forma, los yoguis espiritualmente avanzados son asistidos, protegidos, inspirados y sostenidos no solo por su Ángel Guardián, pero por muchos otros ángeles; al final, cuando el ser alcanza el estado de liberación espiritual, todos los ángeles de luz de Dios pueden ayudar a ese ser en cualquier acción espiritual, que él/ella hace o se propone hacer.
Este fenómeno de multiplicación de la ayuda divina, que el aspirante lleno de pasión a la Gracia Divina, recibe desde Dios a través de sus ángeles de luz, es tan posible como podría ser, si tomamos en consideración que, en la medida de su elevación espiritual, el aspirante está sometido a pruebas e tentaciones iniciáticos que son más y más difíciles.
Algunas veces, los seres humanos que son extremadamente caídos desafortunadamente pueden orientarse irrevocablemente y conscientemente, a propósito hacia el mal, en contra de la Voluntad de Dios. En esta trágica situación, esos seres abyectos pasaran por (la mayoría del tiempo sin saberlo) la terrible experiencia de perder a su Ángel Guardián. Luego, ese ser infeliz entrará bajo la incidencia de un demonio “personal”, apuntando por Satán mismo.
Por el otro lado, mediante su Ángel Guardián, el ser humano que es puro y lleno de aspiración de desatarse extáticamente a sí mismo con el Divino Supremo, puede fácilmente entrar en un sublime estado de resonancia con cualquiera de los ángeles de luz de Dios.
Cada Ángel Guardián es único a su manera y es diferente de cualquier otro Ángel Guardián, tal como nosotros somos diferentes de otros seres humanos. Y como nuestro Ángel Guardián está íntimamente conectado con la profundidad de nuestra alma, mientras más nos conocemos a nosotros mismos y podemos despertar nuestra alma, (de ser consientes de las energías sublimes de nuestra alma), más nos acercaremos de manera espontanea y más “familiar” a nuestro Ángel Guardián. Normalmente es necesario un profundo autoconocimiento para poder discernir las características únicas (resonancias) e inspiraciones sublimes de nuestro Ángel Guardián.
Incluso en la ausencia de un alto nivel espiritual, tenemos a nuestra disposición un método muy fácil y eficiente, accesible a todos, de abrir nuestros corazones hacia la guía y protección divina de nuestro Ángel Guardián. Todo lo que es necesario para esto es una gran inocencia y pureza del alma: se trata de la –aparentemente ordinaria- plegaria: “Ángel, Mi Ángel Guardián”. Porque nuestro ángel guardián fue elegido y ofrecido a nosotros por Dios Mismo, la relación entre nosotros y nuestro Ángel Guardián está destinada a ser una de las más íntimas conexiones en nuestras vidas. Nuestro Ángel Guardián siempre sabe todo sobre nosotros, y su amor por nosotros es completo, incondicional e inmutable, porque está profundamente enraizado en el Amor Absoluto de Dios. Por lo tanto nuestro Ángel Guardián es en realidad nuestro más querido y cercano amigo y protector, hasta el momento en el conocemos a nuestro Maestro Espiritual, quien se hará cargo de esta misión de guiarnos espiritualmente, aunque la conexión con nuestro ángel guardián continuará aun después, siendo involucrada. Así, incluso después de nuestro encuentro con el Guía Espiritual, nuestro Ángel Guardián también contribuirá plenamente a nuestro crecimiento espiritual bajo la guía de nuestro Maestro, como el Ángel Guardián fue el que condujo nuestros pasos silenciosamente hacia el encuentro del Maestro. Una fuerte conexión con nuestro Ángel Guardián nos ayudará mucho a derrotar las diferentes tentaciones inferiores y desviaciones de nuestro camino espiritual.
En efecto, la misión de nuestro Ángel Guardián, relacionada a nuestro ser, es la de acompañarnos, inspirarnos, entusiasmarnos espiritualmente- acorde a nuestro nivel interior de receptividad superior- nuestra vida entera, tal como un guía y protector divino.
En esta dirección, el gran angelista cristiano Santo TOMAS DE AQUINO decía: “Porque nuestra vida física es una especie de camino de vuelta a casa (a la residencia de luz de nuestro Padre Celestial, Dios) un camino dotado de muchos peligros, internos como también externos, Dios nos ofrece a cada uno de nosotros, siempre y cuando estemos en este camino (El Camino Espiritual) un ángel protector (guardián). Pero cuando hemos alcanzado el final del camino, no tenemos ya un ángel guardián, pero compartimos con todos los ángeles de luz el entero esplendor de la vida llena de Dios.”
A medida que nos volvemos más y más consientes de la presencia inspiradora de nuestro Ángel Guardián, una sublime, pura, incondicional conexión de amor comienza a tomar forma entre nosotros y él/ella, e implícitamente, de acuerdo con como participemos en esta relación de amor divina, gradualmente obtenemos, mediante resonancia telepática, ciertos aspectos, características y regalos espirituales de nuestro Ángel Guardián, porque nuestro amor hacia él/ella nos pone automáticamente en un estado de empatía con él/ella.
Los seres humanos que se vuelven consientes de esta conexión secreta con su Ángel Guardián y se abren más y más hacia la guía e inspiración divina del ángel, no deberá tener miedo a nada. Mediante su ángel guardián, el ser humano puede obtener mucho más fácilmente contacto telepático con cualquiera de las otras 9 jerarquías angelicales, o con Dios.
Por otro lado, tan grande es el Amor y Compasión de Dios para la Creación, que Dios no solo ofrece un Ángel Guardián a cada alma, sino que ofrece un Ángel Guardián a cada nación, planeta, ciudad, pueblo etc. Y los ángeles guardianes de estos lugares tienen una gran importancia para esas áreas específicas. Así, acorde con los seres humanos de aquellas áreas, que comenzarán a abrirse más y más para poder recibir protección, guía espiritual y la alegría sublime del Ángel Guardián respectivo, muchas de las cosas malas y sufrimientos que están afrontando cesarán de existir, como también las influencias sutiles perversas y maléficas de los niveles infernales.
En conclusión, la conexión del ser humano con su Ángel Guardián es la más fácil de desarrollar, es la más intima, y si el respectivo ser aun no ha conocido a su Maestro Espiritual, es incluso mayormente la más eficiente conexión, desde un punto de vista espiritual, porque transforma la vida muy rápidamente (tanto la vida espiritual como la vida material) de este ser, mediante el enorme poder del Ángel Guardián. Volverse consiente de la conexión con el Ángel Guardián puede ser el primer paso, hecho por un ser humano, hacia Dios.