¿Es posible que hace 3500 años atrás, Moisés supiera el secreto a través del cual podes atraer todo lo que deseas? El código de Moisés fue utilizado inicialmente para crear uno de los más grandes milagros de la historia de la humanidad y después fue escondido y después solamente a los altos iniciados se les permitió invocarlo. En el libro “Código de Moisés” James Twyman revela este código por la primera vez, mostrando como puede ser utilizado para transformar las vidas e incluso el mundo. 

Utilizando las técnicas presentadas en este libro van a descubrir cómo pueden integrar el más fuerte instrumento de materialización de la historia del mundo en su propia vida. 

En el centro del Código de Moisés se rencuentra la verdadera función y la aplicación práctica de la Ley de la Atracción. Capaz que escucharon que esta ley se ocupa con “lograr” cosas que las desean - cosas sobre las cuales tienen la impresión que le van a  hacer la vida más placentera. Pero ¿qué dirían si se enteran que ese es solo el primer paso y descifrar el código de Moisés depende más de lo que están dispuestos a “ofrecer” y no “recibir”?

 Significaría poseer ya las habilidades para materializar ahora mismo todo lo que desean también podrían mostrar el hecho que tienen la capacidad e incluso la responsabilidad de utilizar esta energía divina para algo más que para plata, para un auto mejor, o para una relación perfecta. Están aquí para valorar el poder de la Divinidad misma, para crear un mundo fundamentado en las leyes de la compasión y la paz. Esta es la tarea que tienen que llevarla a buen fin. 

Bienvenido al código de Moisés. 

 “Imagínense que están con la espalda hacia la luz y ven la sombra. Llego el momento de darnos vuelta y mirar de nuevo hacia la luz, sin tener en cuenta, de un modo simbólico, los deseos del ego. Darnos vuelta hacia la luz es equivalente a elegir ver así como ve Dios, buscando los regalos del alma en lugar de los que nunca nos van a satisfacer. 

Se podrían preguntar: ¿qué significa ver a través de los ojos de Dios? En cada instante de su vida pueden elegir la manera en la cual perciben todo lo que es alrededor, es decir los seres de su vida, las situaciones en las cuales se encuentran y los eventos que los encuentran en la calle. Si se deciden por mirar con los ojos del ego (la sombra) van a  ver todo como separado y aislado. Así como les dije una de las creencias del ego es que tienen que defenderse de lo que es en el exterior, que los puede atacar sin aviso. Observan el mundo con suspicacia, incapaces de percibir la realidad porque miran a través de un filtro oscuro. Los seres o las situaciones que les podrían ser útiles o podrían traerle una gran alegría no son tomados en cuenta, incluso son atacados - y eso porque eligieron mirar el mundo de esta manera. 

Si eligen mirar el mundo a través de los ojos del alma entonces el mundo y todo lo que contiene aparecen en una luz muy diferente. Se dan cuenta que no son separados sino en  una relación estrecha con la realidad que la observan, no es necesario atacar porque sabes que te atacarías a ti mismo. La única cosa que permanece hacer es bendecir todo lo que perciben, porque finalmente cada experiencia te lleva hacia un gran entendimiento de tu meta más elevada de esta vida. 

Anteriormente leyeron que el ego trata de obtener mientras que el alma busca ofrecer. Eso es porque el alma - que ahora está con la cara hacia la luz y no hacia la sombra - trata de imitar la Luz o a Dios. El alma, es la relación o el puente entre el ego y la Divinidad. Después que pasaron este puente y unieron la conciencia con Dios su meta está realizada y él se reconoce como siendo uno con su Creador. En otras palabras el alma es absorbida de vuelta en la intención de Dios, extendiéndose y dilatándose exactamente como Dios. Los dos se volvieron uno y solamente la unidad existe.

Eso nos lleva hacia la etapa final - la Luz. 

Ella es la fuente de todo lo que perciben, todo lo que ilumina y crea el Cuerpo (el alma) y la Sombra (el ego). La meta del código de Moisés es hacerlos que superen la identificación con el ego y mirar a través de los ojos del alma, y después, recordarse el hecho que, en realidad, no son ninguna de estas dos. Ustedes son la Luz - una con la Fuente  que ilumina sobre toda la creación. Esta es su meta y lograrla significa que, esta vez, tienen que implicarse más. 

Al inicio de la segunda etapa se le ofreció la ocasión de pararse y de alegrarse de las lecciones aprendidas, utilizándolas para lograr todo lo que desean en la vida. Pero si eligieron pararse allá podrían haber sido en la posesión de todas las herramientas necesarias para materializar cualquier realidad que desean – y, por un momento podrían estar tranquilos. Pero esta satisfacción no duraría mucho, porque podría satisfacer solo los deseos del ego y no el anhelo ardiente del interior - él del alma, que no puede ser satisfecho por ninguna realización física. El alma busca algo que se encuentra más allá de este mundo, algo que no puede ser definido o borrado por tiempo o muerte. Ella busca el eterno - o por lo menos las cualidades de este que se manifiestan en este mundo.

¿Cuáles serían estas cualidades?

- Paz;
- Amor;
- Perdón;
- Alegría;
- Paciencia. 

Ellas son presentes tanto aquí como en el Cielo que es definido más como un estado de conciencia, que un lugar al que te vas después de morir. Ellas representan puentes solidos que conectan este mundo al real - un mundo fundamentado más sobre las leyes de la Unidad que en separación. El ego y el alma son vehículos que nos llevan en estas dimensiones diferentes, pero solamente allá donde puedes andar. Por ejemplo, si manejan un auto y llegan a la orilla del mar no pueden seguir en adelante, necesitarían un barco que atraviese el océano, o de un  avión que los lleve allá más rápido. 

El ego es como un auto. Los puede transportar sobre la tierra, pero es muy limitado, entonces cuando se tratado otras necesidades. El barco los puede llevar sobre las aguas pero él también es limitado y el viaje dura mucho. Solo un avión los puede transportar donde quieran porque es capaz de levantarse arriba de la tierra. No importa si van a través de un desierto o si pasan sobre una montaña. Su capacidad de elevarse a la altura le permite superar las restricciones impuestas por el mundo de abajo. 

En la primera parte de este libro conducen el auto y el ego es el que tiene el control. Después pasaron al barco y el alma empezó a llevarlos en lugares donde el auto no tenía acceso. Ahora es el momento de que suban a un avión porque en el lugar hacia el cual se orientan no se puede llegar ni con el auto ni con el barco. Este avión se levantará arriba de la tierra y los llevará a un nuevo mundo que no es limitado por las leyes o las reglas del pasado. 

De aquí entran en la Luz.” 

Extraído del libro “El código de Moisés”.

Academia Espiritual de Yoga ANANDA