Siendo manifestaciones especificas humanas del amor, de la alegría, del  afecto, de la felicidad de encontrar o de descubrir un ser humano al que queremos, LOS ABRAZOS ESPONTÁNEOS LLENOS DE AMOR Y SOBRESALIENTEMENTE ACARICIADORES IMPLICAN DE PARTE DE LOS DOS SERES HUMANOS QUE SE ABRAZAN LA REALIZACIÓN EN SIMULTANEIDAD DE UN GESTO ESPECIFICO QUE, COMBINADO CON UNA ACTITUD INTERIOR, FORMA UNA APTITUD ESPECIFICA. Tal manifestación no es solamente deliciosa y emocionante, si tenemos a la vez en cuenta que a veces ella se muestra aun necesaria. En el caso de cada abrazo espontáneo lleno de amor y acariciador es necesario tener en cuenta que aquel o aquella que tiene la iniciativa de ofrecer tal abrazo juega siempre un papel activo, mientras que el ser humano que acepta recibir dicho abrazo juega un papel receptivo, pasivo. Es importante retener que tales abrazos espontáneos llenos de amor y acariciadores pueden ser ofrecidos y aceptados casi por cada ser humano indiferentemente del sexo, edad, el nivel de la transformación espiritual (interior) o posición social. En el caso de cada abrazo espontáneo, lleno de amor y acariciador, el ser humano, que tiene la iniciativa de ofrecer tal abrazo es especialmente entonces preponderantemente emisivo, dinámico y el otro ser humano, que recibe o dicho de otro modo acepta el abrazo que se le ofrece, es en tales situaciones receptivo. Más exactamente, el ser humano que está dispuesto a ofrecer un abrazo espontáneo lleno de amor y acariciador juega un papel dinámico, solar, emisivo y el otro ser humano, que acepta  recibir el regalo del abrazo, adopta espontáneamente una actitud receptiva de algún modo femenina. En conclusión, se puede decir que el ser humano que tiene la iniciativa de ofrecer un abrazo espontáneo, lleno de amor y acariciador se manifestará preponderantemente en una hipóstasis emisiva (YANG, +) y el ser humano que acepta recibir dicho abrazo se va manifestar en una hipóstasis receptiva (YIN, -). Para que este aspecto iniciático sea integrado lo mejor posible, es necesario que en las situaciones en las cuales queremos ofrecer a alguien un abrazo espontáneo, lleno de amor y acariciador es a la vez importante ser precisos en la hipóstasis diciendo: “TE PIDO, SI TU ESTAS DE ACUERDO, QUE ACEPTES QUE TE OFREZCA UN ABRAZO”.
En las situaciones en las cuales queremos ofrecer tal abrazo a un ser humano con el cual no nos encontramos por ahora en relaciones de amistad, merece formular este pedido de un modo humilde, lleno de buen sentido y aun con respeto. Si nos encontramos de algún modo en tal situación es indicado decir: “LE PIDO, SI UD. ESTA DE ACUERDO QUE ACEPTE QUE LE OFREZCA AHORA MISMO UN ABRAZO”. Después el ser humano que ofrece el abrazo espontáneo, lleno de amor y acariciador va a actuar en consenso con los aspectos iniciáticos que vamos a presentar a continuación. A la vez,  debe ser muy normal, tener también la iniciativa inversa entonces cuando queremos nosotros mismos recibir un abrazo espontáneo, lleno de amor y acariciador de otro ser, nos dirigiremos en tal situación con las palabras: “TE PIDO, SI TU QUISIERAS TAMBIEN ESO, QUE ME OFREZCAS AHORA UN ABRAZO”. En el caso en el cual abordamos con la misma intención un ser humano con el cual no nos encontramos en relaciones cercanas o de amistad está bien adaptar de un modo correspondiente la anterior formula. En tal situación nos dirigimos a tal persona con las palabras: “LE PIDO, SI UD QUISIERA TAMBIEN ESO, QUE ME OFREZCA AHORA UN ABRAZO”.
En el caso de tal hipóstasis, el ser humano al cual le pedimos que nos ofrezca un abrazo espontáneo, lleno de amor y acariciador va a manifestar preponderantemente una hipóstasis dinámica, activa, solar y nosotros los que hemos solicitado recibir dicho abrazo manifestamos una hipóstasis preponderantemente receptiva, pasiva. En una estrecha relación con las dos hipóstasis que hemos descrito previamente, tenemos la posibilidad de que entonces cuando nos manifestamos de un modo activo, dinámico, seamos a la vez el ser humano en y a través del cual se manifiesta para otro ser humano que abrazamos, la energía misteriosa del amor y es a la vez necesario sentir plenamente como aquella energía del amor esta captada y atraída desde algún lugar fuera de nosotros y después es manifestada en gran medida, tanto en el ser, como en el aura del otro, percibiendo a la vez que cierta parte de aquella energía del amor que es atraída y pasa por nuestro ser permanece en nuestro universo interior. En el caso en el que hayamos solicitado previamente a un ser humano que nos regale un abrazo espontáneo lleno de amor y acariciador y dicho ser acepte ofrecernos este regalo, será necesario que estemos atentos y sintamos plenamente como en nuestro ser se desbordará la energía del amor que el ser humano que nos ofrece el abrazo, canaliza espontáneamente en nuestro universo interior.
Es a la vez necesario tener en cuenta y saber que en el caso de los seres humanos que no están iniciados en el arte del abrazo, muy a menudo ellos actúan, entonces cuando se abrazan, los dos al mismo tiempo tanto de un modo activo, dinámico (ambos transmitiendo entonces espontáneamente el amor que sienten), como de un modo pasivo (receptando de este modo cada uno del otro el amor que ofrecen).
Por el hecho que tal manifestación en simultaneidad implica una considerable distribución de la atención es recomendado primero que tratemos de entrenarnos para volvernos maestros en el arte de los abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores tratando de manifestar al comienzo solamente la hipóstasis activa, dinámica, YANG( +), o solamente la hipóstasis pasiva, receptiva, YIN( -). Procediendo por algún tiempo de este modo realizamos a la vez un necesario “aprendizaje”, que nos preparara  para esta etapa final sobre la cual es necesario saber que es a la vez de algún modo avanzada. El abordaje de esta etapa avanzada del arte de los abrazos nos va a permitir manifestarnos en simultaneidad, tanto ofreciendo amor al otro ser humano que abrazamos, como sintiendo al mismo tiempo todo el amor que dicho ser humano nos ofrece. En las situaciones en las que se trata de dos seres ya iniciados que practican a la vez YOGA desde hace tiempo y que dinamizaron suficientemente fuerte y armoniosamente el centro sutil de energía divina del plexo cardiaco, es posible que los dos se manifiesten simultáneamente, tanto en la hipóstasis dinámica, activa, como en la hipóstasis pasiva, receptiva captando la energía misteriosa del amor que ofrecen simultáneamente uno al otro en el mismo tiempo en aquel momento.  Todo lo que es expuesto ahora aquí puede ser luego concientizado y profundizado gradualmente a lo largo del tiempo, por medio de algunas experiencias directas y sin intermediarios.
Estos aspectos iniciáticos, ocultos que son expuestos aquí, representan a la vez la revelación de algunos secretos pequeños, que generan efectos sorprendentemente grandes. Es también importante retener que por medio de cada abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador que ofrecemos a otro ser humano indiferentemente del sexo, edad, su transformación espiritual (interior) o posición social, atraemos al mismo tiempo, cada vez, en el ambiente sutil energético invisible del planeta Tierra, la energía mágica del amor que es atraída aquí del ser misterioso de DIOS PADRE. Procediendo de esta manera, esta energía misteriosa del amor permanece activa en el ambiente del planeta Tierra, haciendo de este modo que aumente en alguna medida y que se refine la frecuencia dominante de vibración del ambiente sutil específico de nuestro planeta.
A la vez es necesario tener en cuenta que alguna parte de esta energía del amor que ofrecemos por el acto de abrazar, permanece en nuestro ser y transforma profundamente nuestra naturaleza interior y casi todos los componentes de nuestro MICROCOSMOS, acelerando de esta manera nuestra evolución espiritual. La energía misteriosa del amor que es atraída en nuestro ser cuando ofrecemos a otro ser humano que abrazamos, llega y se vuelve nuestra para la eternidad, justamente como un regalo que DIOS PADRE nos ofrece.
De lo contrario, es necesario concientizar que entonces cuando rechazamos manifestar la energía misteriosa del amor, evitando a la vez ofrecer un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador a otro ser humano que nos lo solicita de un modo tierno y respetuoso, perdemos, al mismo tiempo, una ocasión divina de abrirnos personalmente y dejar que se manifieste en y a través de nuestro ser la energía misteriosa del amor, que a la vez se acumula en alguna medida también en nuestros seres, permitiéndonos de este modo descubrir, con gran alegría, que en realidad todo lo que ofrecemos a los demás con la ayuda de DIOS PADRE nos lo ofrecemos al mismo tiempo en alguna medida a nosotros mismos.
Dicho de otro modo, cuando a través de nuestro ser se manifiesta plenamente el amor de DIOS, a la vez en nuestro universo interior permanece de un modo necesario una parte de la energía enigmática del amor que DIOS PADRE va a hacer que se manifieste a través de nuestro ser para el otro. Entendiendo lo mejor posible estos aspectos, nos podemos dar cuenta con facilidad que cuando alguien (sin importar quien) está dispuesto a ofrecernos un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador, indiferentemente si percibimos o no, en nuestra aura se recibe la energía enigmática del amor que nos es ofrecida por aquel ser humano, (indiferentemente de su sexo) y que en realidad proviene desde DIOS PADRE.
En el caso de cada ser humano que es de verdad capaz de entender estos aspectos iniciáticos, ocultos, llega a ser evidente que a través de tal gesto que algunos seres humanos hacen muy a menudo de un modo formal, mecánico y convencional, llega a ser posible despertar cada vez más el alma, llega a ser posible dinamizar y armonizar el centro sutil de la energía divina del plexo cardiaco, llega a ser accesible para nosotros la energía enigmática del amor que proviene desde el Ser intimo de DIOS PADRE.
Más allá de las apariencias, cada abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador es para los dos seres humanos que participan de tal gesto sublime y lleno de afectividad una inefable experiencia afectiva, de una complejidad sorprendente que nos revela la realidad de un misterio conmovedor.
Es justamente por eso necesario darnos cuenta que no tenemos nada que perder cuando ofrecemos a un ser humano un abrazo y tampoco entonces cuando aceptamos que nos ofrezca un abrazo espontáneo lleno de amor y sobresalientemente acariciador. De lo contrario, cada experiencia de este tipo constituye para nosotros una ocasión de enriquecernos y cargarnos con la energía enigmática del amor que proviene desde DIOS. Cuando nos encontremos en situaciones de este tipo, el ofrecimiento de un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador puede en algunas situaciones hacer milagros, especialmente en el caso de los seres humanos inferiores, egoístas, mezquinos, malos, escépticos, perversos, decaídos o que ya se alejaron de la fe en DIOS. Es justamente por eso esencial tener en vista que tales seres humanos decaídos, pervertidos o perversos que presentan una orientación satánica o en los cuales se manifiestan de un modo fuerte influencias demoníacas (una mezcla evidente de bien y de mal) es de algún modo normal que el abrazo espontáneo que ofrecemos sea lleno de compasión y alivio.
Especialmente en estas situaciones es muy importante que el ser humano en causa, acepte recibir desde nosotros dicho abrazo espontáneo, lleno de compasión y alivio. Es entendido por si mismo que en tales situaciones el ser humano que ofrece a tales seres humanos este tipo de abrazo espontáneo, lleno de compasión y alivio se tiene que manifestar en cada oportunidad de un modo activo, dinámico, solar, YANG (+) entrando en la hipóstasis emisiva, activa. En el caso de tales seres humanos perdidos, perversos, decaídos o los cuales se confrontan con estados devastadores de duda, podemos estar seguros que a veces DIOS PADRE los puede ayudar de un modo milagroso por medio de un abrazo espontáneo, lleno de compasión y alivio que ofrecemos a un ser humano que se encuentra en tal situación. Pero no debemos esperar que  tal ser humano sea capaz de respondernos en cada oportunidad, porque es posible que justamente por el estado de endurecimiento del corazón y de alienación en la cual se encuentra, no se incline a manifestarse con amor a nuestro abrazo espontáneo lleno de compasión y alivio. A la vez, no tiene que sorprendernos, especialmente en el caso de los seres humanos extremadamente perversos y malos en las estructuras de los cuales ya están presentes influencias satánicas fuertes, si ellos se oponen aun con gran vehemencia a la idea de recibir el abrazo espontáneo, lleno de compasión y alivio que les intentamos ofrecer. En tales situaciones, la oposición de tales seres humanos no es nunca una casualidad.
A la vez, esto muestra que ellos evitan recibir en su aura pervertida la energía enigmática del amor y de la compasión que en su caso podría ser experimentada justamente como un fuego terrible, que quema en alguna medida el mal y las energías maléficas que se encuentran en ellos, pero que se volvieron para ellos su segunda naturaleza, causándoles por mecanismos ocultos sin que sean concientizados por ellos, sufrimientos psico emocionales profundos. En el caso en el cual integramos el arte de los abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores en nuestra práctica espiritual de cada día constataremos que los efectos que provocan en nuestro universo interior son rápidos profundos, complejos y considerables.
La experiencia nos va  a mostrar que tenemos solamente siempre para ganar, entonces cuando ofrecemos abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores o entonces cuando aceptamos que se nos ofrezcan abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores desde los seres humanos que están dispuestos a ofrecérnoslos. Consideremos, cada vez cuando alguien nos ofrece un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador que es a la vez un misterioso regalo divino que viene desde DIOS PADRE.
En la situación de cada abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador que ofrecemos, concientizemos el hecho de que actuando de este modo, realizamos al mismo tiempo un gesto espontáneo y lleno de abnegación que nos va  a permitir canalizar la energía enigmática del amor que viene desde DIOS PADRE por nuestros seres para que sea focalizada hacia aquel ser humano indiferentemente de su sexo. Podemos aún dejarnos inspirar por la voz del corazón entonces cuando hacemos previamente esta elección. Con respecto al gesto propiamente dicho del abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador, es necesario darnos cuenta que entonces cuando ofrecemos este abrazo sentimos que a través de nuestro ser se manifiesta plenamente la energía enigmática del amor y aquella manifestación implica cada vez tres fases distintas:
A) LA FASE DE COMIENZO: es la fase que esta caracterizada por la atracción espontánea y la manifestación cada vez más fuerte de la energía enigmática del amor que es canalizada por nuestro ser, implicando en esta fase un crescendo gradual que es sobresalientemente observable;
B) LA FASE DE COLMO O DE APOGEO: en esta fase sentimos que el flujo de la energía misteriosa del amor aumenta gradualmente y se acumula cada vez más, despertando en un momento dado en nuestro universo interior la experiencia de un colmo, que es semejante, analógicamente hablando, con una montaña que tiene la cima redonda justamente como una copa de manzano. Esta fase de colmo se mantiene, asombrosamente fuerte, por algún periodo de tiempo, no muy largo y después comienza gradual y lentamente a esfumarse. Es necesario retener que dicha fase de colmo nunca representa una cima aguda;
C) LA FASE DE DISMINUCIÓN GRADUAL DE LA INTENSIDAD DEL FLUJO DE LA ENERGÍA MISTERIOSA DEL AMOR: Esta fase avisa a la vez entonces cuando se despierta, la disminución progresiva de la energía enigmática del amor que se manifestó bajo la forma de un flujo sobresaliente y que en el marco de esta fase final disminuye progresivamente. Una vez que este flujo inefable de la energía enigmática del amor disminuye, volviéndose casi imperceptible, el abrazo tiene que tomar fin.
Es importante retener que la experimentación directa y sin intermediarios de estas fases nos va a revelar a cada uno de nosotros aspectos inefables emocionantes que están relacionados con la dinámica del alma y estas fases nos va a hacer descubrir a la vez que “EL CORAZÓN TIENE CADA VEZ, RAZONES MISTERIOSAS QUE LA RAZÓN NO CONOCE”.
Es también importante retener que nunca es necesario forzar este proceso inefable, espontáneo, que aparece y se manifiesta de un modo distinto por medio de las tres fases que hemos descrito previamente. En el caso en el cual hacemos esfuerzos egoístas en forzar este proceso espontáneo que se manifiesta naturalmente a través de estas tres fases distintas, podemos descubrir que no podemos someterlo a nuestra voluntad egoísta forzada y más que eso estancamos y perturbamos este proceso armonioso y natural.
Mas que esto, descubriremos con asombro y encanto que este proceso espontáneo - que aparece y se manifiesta por las tres distintas fases, de algún modo misterioso, que parece que funciona por si mismo - varía cada vez en cuanto a riqueza, profundidad, intensidad y tiempo de manifestación de un ser humano a otro.
Tanto en el caso de los abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores que ofrecemos como también en el caso de los abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores que se nos ofrecen y que aceptamos, nos convencemos por medio de esta inefable experiencia interior completamente extraordinaria, que la energía del amor tiene su ritmo y sabiduría misteriosa que nuestra razón común no es capaz de entenderla o explicarla.
Especialmente en el caso de los seres humanos escépticos, mezquinos, egoístas, perversos, rencorosos, orgullosos, llenos de resentimientos, abrumados por muchas dudas, inferiores, ateos, cerrados interiormente, con el corazón petrificado, desconfiados, aceptación de los abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores o en algunos casos aun de los abrazos espontáneos, llenos de compasión y alivio que se les ofrecen o que ellos pueden pedir de sus seres queridos y suficientemente transformados espiritualmente, pueden hacer verdaderos milagros, que conducirán en algunas situaciones a verdaderos procesos de nacimiento y despertar interior o de resurrección y re despertar interior.
Es indicado tener en cuenta que tanto en la situación en la cual ofrecemos un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador a algún ser humano como también en la situación en la cual ofrecemos un abrazo espontáneo, lleno de compasión y alivio, le podemos después ofrecer a la misma persona un nuevo abrazo espontáneo solamente después de que hayan pasado al menos 125 minutos como mínimo.
Es, por consiguiente necesario entender que este mínimo intervalo de tiempo entre dos abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores que ofrecemos o recibimos se refieren siempre a la misma persona.
Más allá de esto, está bien retener que cada ser humano se puede sentir inspirado a ofrecer abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores aun uno trás otro a seres humanos diferentes entonces cuando perciben el impulso interior de hacer esto, ellos pueden realizar sin problemas tales abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores consecutivos porque en esta dirección no hay ningún límite, siendo de este modo posible ofrecer aun diez mil abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores a diez mil seres humanos cada día.
Es también necesario retener que no hay ningún límite con respecto a los abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores que podemos recibir desde otros seres humanos.
Tenemos que tener en cuenta que solamente después de que hayan pasado 125 minutos como mínimo, podemos ofrecer el segundo abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador o el segundo abrazo espontáneo, lleno compasión y alivio al mismo ser humano que hemos abrazado previamente con un mínimo de 125 minutos antes. Tal indicación no es válida en el caso de las parejas amorosas fundamentadas en amor mutuo.
En tales situaciones es posible que los dos amados se ofrezcan y reciban abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores cada vez que sientan el impulso de manifestarse de este modo. Sin embargo, nosotros les sugerimos incluso a las parejas de amados tener en cuenta estos aspectos iniciáticos que han sido presentados previamente y tratar cada uno de ellos en concientizar, uno por uno, cuanto más claro sea posible las dos hipóstasis (la dinámica, solar, activa y la receptiva, pasiva) sobre las cuales hemos hablado previamente.
No perdamos de vista que indiferentemente del numero de los abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores que los dos amados se ofrecen, mas allá de todo esto ellos deben permanecer cada uno en la hipostasis ya sea en el elemento activo, solar, dinámico YANG (+) o ya sea en el elemento receptivo, pasivo, YIN (-).
Entonces cuando uno de ellos será el factor activo, dinámico, solar, el otro tiene que ser el factor receptivo, pasivo. Entonces cuando se invierten los papeles, el que fue pasivo, receptivo se vuelve activo, dinámico, solar Yang (+) y el que fue activo, dinámico, solar, se vuelve receptivo, pasivo, Yin (-).  Procediendo de este sabio modo, los amados utilizarán de un modo creador el arte de los abrazos para despertar y dinamizar de un modo equilibrado y armonioso tanto el aspecto emisivo, dinámico, solar como el aspecto receptivo, pasivo, lunar.
De este modo, los amados podrán despertar y dinamizar de un modo armonioso tanto el aspecto emisivo YANG como el aspecto receptivo YIN del centro sutil de fuerza divina del plexo cardíaco.

Así como muchos de nosotros nos vamos a poder dar cuenta a través de la experiencia directa, el ofrecimiento de algunos abrazos espontáneos a los seres humanos que nos inspiran hacer esto, indiferentemente del sexo, indiferentemente del nivel de su transformación espiritual (interior), indiferentemente de su posición social, como también la aceptación de los abrazos espontáneos, llenos de amor y sobresalientemente acariciadores que nos ofrece otro ser humano sin importar quien sea, que es inspirado y después siente el impulso de hacer esto, representara cada vez para cada uno de nosotros una experiencia interior única, compleja, inefable, profundamente enriquecedora, y a la vez todas nos ayudara a descubrir y profundizar cada vez mas, y cada vez mejor la LEY DE LA RESONANCIA OCULTA  A TRAVÉS DE LA EXPERIENCIA DIRECTA. 
Es necesario tener en vista que en la situación en la cual ofrecemos un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador a otro ser humano – indiferentemente del sexo, de su estado de transformación interna de su posición social – es importante retener que tenemos que abrazarlo de un modo tierno con los brazos y las palmas, y entonces cuando actuamos en la hipóstasis activa, solar, dinámica YANG (+), ponemos el brazo izquierdo levantado para abrazarlo y lo vamos a poder sostener con el brazo derecho levemente de la cintura o un poco mas arriba, en la zona de los hombros, pero siempre en aquella situación nuestro brazo derecho será debajo del brazo izquierdo de dicho ser humano, y nuestro brazo izquierdo será ubicado arriba del hombro derecho de dicho ser. A la vez, es importante tener en vista que la zona del pecho del ser humano que ofrece el abrazo debe estar en contacto con la zona del pecho del ser humano que recibe el abrazo, y especialmente entonces, las dos zonas deben ser cuanto mejor centradas, analógicamente hablando así como se pone, en una armoniosa superposición, una tapa sobre un recipiente. Esta armoniosa superposición tiene su papel misterioso, porque permite la aparición de algunas interferencias armónicas y de algunos procesos de resonancia oculta, profundamente benéficos, que se desencadenan a lo largo de las tres fases que hemos descrito anteriormente.
Entonces cuando abrazamos y nos encontramos en la hipóstasis activa, solar, dinámica YANG (+), nuestra cabeza se dobla levemente hacia derecha y esta puesta cerca de la mejilla izquierda del otro ser humano que abrazamos. Después, una vez que nos hemos puesto en esta actitud corporal, el ser humano que ofrece un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador apunta interiormente, con los ojos cerrados, y anhela a la vez de un modo afectuoso a concientizar cuanto mas claras y distintas sea posible las tres fases del abrazo sobre las cuales hemos hablado anteriormente. La mejor concientización atenta de estos fenómenos internos se hace teniendo los ojos cerrados.
Es importante retener  que tanto entonces cuando ofrecemos un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador como también entonces cuando otro ser nos ofrece un abrazo espontáneo, lleno de amor y sobresalientemente acariciador los ojos deben estar cerrados y la interiorización mantenida continuamente a lo largo de las tres fases, la atención debe ser focalizada preponderantemente al nivel del plexo cardiaco, para percibir la dinamización del foco energético afectivo, o dicho de otro modo del centro sutil de energía divina que corresponde al plexo cardiaco y que se encuentra fuera del cuerpo físico. Después, son concientizadas, con una interiorización máxima y teniendo la atención firmemente focalizada interiormente, las tres fases distintas  expuestas anteriormente: la fase de comienzo, la fase de colmo o apogeo y la fase de disminución gradual de la intensidad del flujo de la energía misteriosa del amor.

Academia Espiritual de Yoga ANANDA