Las apariciones de la Virgen María constituyen hoy en día un fenómeno conocido en el mundo entero que despierta estados y actitudes a veces contrarias, desde la sincera conversión religiosa hasta la contestación atea vehemente.
Hay ciertas manifestaciones de la Virgen María, como las de La Salette (Francia, 1846), Fátima (Portugal, 1917), Garabandal (España, 1961), Akita (Japón, 1973) en las cuales ella se apareció en frente de algunas almas puras y pidió que sean transmitidos a los representantes del clero y luego hacia toda la humanidad, mensajes de advertencia con respecto a la acumulación inmensa de pecados y fechorías que ya han alcanzado el límite de la paciencia divina y que está a punto de provocar la ira y la calamidad celestial por medio del desencadenamiento de un cataclismo planetario en el caso en el que la humanidad no se oriente y no vuelva hacia Dios.
En Fátima, Portugal, la Virgen presento milagrosamente, en 1917, a las 70.000 personas reunidas a su pedido sobre el Cerro Cova de Iria, una visión terrible en la cual el Sol caía sobre la Tierra, anticipando las previsiones actuales de algunos científicos con respecto al peligro de un desastre planetario provocado por una bola de fuego emanada por el Sol.
El 31 de agosto de 1941 la monja Lucía (que era uno de los tres niños visionarios a los cuales la Virgen María se les apareció en 1917 en Fátima) consigno para el obispo de Fátima el mensaje en el cual la Virgen advertía a la humanidad con respecto a lo que le espera si no se corrije y a la vez le revelaba qué deben hacer para ser perdonados por Dios: “nuestra Ama, la Virgen María nos mostró un inmenso mar del fuego que parecía encontrarse debajo de la tierra, donde, contenidos por este fuego se podían ver los demonios y las almas penosas, que tenían la apariencia de una brasa translucida, negra o de un color oscuro y que tenían formas humanas. Las almas eran difundidas por este incendio, levantadas aun por las llamas mismas, que salían de ellas mismas formando nubes de humo. Ellas caían después nuevamente por todas partes, como vuelan y caen las chispas en los incendios muy fuertes, pareciendo no tener peso ni equilibrio, sacando gritos de dolor y desesperación espantosos y terribles. Los demonios se distinguían a través de sus formas horribles y repugnantes de bestias que nunca fueron vistas y espantosas, negras y translucidas. Esta visión duró solamente un instante, gracias a nuestra Madre del Cielo que nos advirtió desde antes prometiéndonos a la vez que nos llevaría con ella al Cielo. De otro modo, creo que podríamos haber muerto de miedo y terror. Después levantamos los ojos hacia la Virgen María que nos dijo con bondad y tristeza: ”Vieron el infierno al cual se van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlos de todos estos Dios estableció en este mundo una modalidad de salvación que implica una entrega total e incondicional hacia SU CORAZÓN ABSOLUTO E INMACULADO. Si se hace lo que yo les voy a decir, muchas almas serán salvadas y viviremos en paz. La guerra se va a terminar. Pero si los seres no dejan de irritar a Dios, durante el pontificado del Papa Pio XI va a empezar otra guerra aún más terrible.
Cuando vean que la noche esta iluminada por una luz misteriosa y desconocida, sepan que ésta es una gran señal que Dios les da, avisando a través de la misma que Él va a castigar por sus crímenes el mundo, a través de la guerra, a través de la hambruna y por medio de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre.
Para impedir esta guerra pido que Rusia se consagre al Corazón absoluto e inmaculado de Dios y que sea realizado un acto repertorio constando en la participación a las comuniones de los primeros sábados para ser perdonados. Si se cumple mi pedido entonces Rusia se va a convertir y será en paz; de lo contrario Rusia va a difundir los errores en todo el mundo provocando guerras y llevando la persecución de la Iglesia.
Los buenos serán martirizados, el Santo Padre sufrirá mucho y algunos pueblos serán aniquilados. Finalmente, el Corazón absoluto e inmaculado de Dios triunfará. Al Santo Padre se Le va a consagrar Rusia para protegerla, esta se va a convertir y al mundo se le va a ofrecer un tiempo de paz.”
También, por medio de la estigmatizada Teresa Musco, la Virgen transmitió en 1962 un mensaje consonante con el de Fátima o con el de La Salette: “porque la humanidad y el clero ha aumentado el grupo de los sucios… la Iglesia se encuentra en un momento de encrucijada: se va hacia su destrucción o encuentra el camino que nunca debió haber sido dejado […] Satanás va a hacer todo lo posible para que la humanidad no se entere de este mensaje… Quiero decirte que el mundo está pervertido. Aparecí en Portugal, donde dejé mensajes, pero nadie me escuchó. Aparecí en Lourdes, en La Salette pero muy pocos corazones duros se ablandaron. A ti quiero decirte tantas cosas que entristecen mi Corazón […]. Ahora te voy a hablar sobre el tercer secreto que le entregué a Lucia en Fátima. Puedo decirte que él ya fue leído pero nadie dijo ni una palabra sobre él.”
Según Gabriel Roschini (uno de los más grandes mariólogos del siglo XX) la Virgen María le dijo a Teresa con anticipación que, aunque invitara a todo el mundo a oración y penitencia el Papa Juan Pablo II no se dignaría a hablar de ningún modo a la humanidad sobre “el tercer secreto de Fátima” bajo el pretexto de que es “terrible” aunque la virgen María le pidió que hiciera público el contenido de Su mensaje.
“La humanidad” le explico a Teresa, en una visión la Virgen María “se orienta vertiginosamente hacia un gran desastre... La población está cada vez más perdida… El fuego, el humo van a envolver todo el mundo. Las olas de los océanos van a volverse fuego y vapores. Las espumadas olas se van a levantar, van a cubrir Europa y se va a transformar todo en una lava de fuego, millones de niños y adultos van a morir en este fuego, y los pocos que van a escapar, van a envidiar a los muertos. Porque en cualquier parte que vayan a mirar no verán nada más que sangre, muertos y ruinas en todo el mundo.”
A la monja Agnes de Japón, se le reveló por la Virgen María, en la fecha del 13 de octubre de 1973, en Akita, durante una aparición milagrosa, las consecuencias terribles de las fechorías de la humanidad: “Así como ya te dije, si los hombres no se arrepienten y no se corrigen, el Padre Celestial va a dar un castigo terrible a toda la humanidad. Será un castigo más difícil que el Diluvio, un castigo así como nunca ha habido antes: un fuego va bajar desde los cielos y va a matar una gran parte de la humanidad, tanto a los buenos como a los malos, y no va a disculpar ni a los curas, ni a los creyentes. Los sobrevivientes estarán tan aterrorizados que envidiaran a los muertos.
Las únicas armas que seguirán existiendo entonces, serán los rosarios para oración, y la señal dejada por mi Hijo. Hágase las oraciones de cada día.
El diablo se infiltrará aún en la Iglesia, produciendo discordia, así que veremos a cardinales levantándose contra cardinales, y obispos levantándose contra otros obispos. Los curas que me van a servir llenos de amor, van a ser desgraciados y atacados por los otros; las iglesias y los altares serán robados, y la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan hacer compromisos y el diablo va a empujar a muchos curas y muchas almas consagradas a Dios a que no sirvan más al Señor. El diablo se encarnizará especialmente en contra de las almas consagradas [a través de juramento monástico] a Dios.
La perspectiva de perder tantas almas es la causa de mi tristeza. Si sus pecados crecen en número y gravedad no habrá más perdón para ellos.”
El papa Juan Pablo II mismo dió en Alemania, en noviembre de 1980, durante una entrevista que fue publicada en la revista Stimme des Glaubins una respuesta más que significativa, que revela, en última instancia su falta de respeto hacia la Virgen María, al preguntarle si no era mejor revelar públicamente en 1960, así como se le pidió por la Virgen María misma el tercer secreto de Fátima:
“Por la importancia de su contenido, mis predecesores tomaron de un modo diplomático la decisión de posponer la publicación del secreto para no animar a las fuerzas comunistas a hacer algunos movimientos. Por otro lado lo que les voy a decir debería ser suficiente para todos los cristianos: si hay un mensaje en el cual está escrito que los océanos van a inundar las enteras superficies de tierra firme y que, en un momento dado millones de seres van a morir, es entendible porqué no se quiere publicar tal texto.”
Finalmente, el Padre Malachi Martin, que estuvo un tiempo cercano del Vaticano y uno de los pocos de los que tuvieron acceso al texto del tercer secreto de Fátima, bajo el juramento de la confidencialidad reveló sin embargo, algunas cosas sobre este secreto guardado por la voluntad política de la papalidad. Míra qué dice él: “En 1917, tres niños afirmaron que vieron a la Virgen María, transmitiéndoles algunos mensajes específicos para los cristianos y para el Papa, mensajes más que terribles sobre el castigo divino para la humanidad. Ellos prevenían a la humanidad con respecto a una gran catástrofe que se va a orientar sobre ellos en el caso en el que permanezcan pecando. Fueron tres revelaciones divinas, pero la última se mantuvo secreta, y por ahora no ha sido revelada a la humanidad, pero está escrita sobre una hoja de papel.
[Cuando estaba cerca de Juan XXIII] esta hoja de papel estaba guardada en una caja que estaba sobre la chimenea del apartamento privado en el cual vivía el papa en Roma. Fátima llego a ser un lugar muy importante, porque la Virgen María presagió algunos eventos que afectarán el bienestar de la Sagrada Silla y de la Iglesia Católica. Juan Pablo II manifestó, al inicio, una gran devoción con respecto a Fatima y hacia la Virgen María en su hipostasis de la Madre del Señor de Fátima. De este modo el promovió su mensaje que era <<hacer penitencias para sus pecados y volver hacia Dios>>. Pero finalmente él no mantuvo su actitud y se alejó […] bajo el pretexto de que el mensaje secreto era muy apocalíptico.
[La Virgen María] presagia [en el tercer secreto] que habrá guerras, enfermedades, que naciones enteras desaparecerán, que seran tres días de oscuridad, que se van a desencadenar epidemias que van a borrar en una sola noche países enteros del mapa y que grandes superficies de tierra firme serán tragadas por aguas o devastadas por tormentas y tsunamis.”
En otra ocasión el Padre declaró las siguientes: “El secreto de Fátima está relacionado con el desencadenamiento de las fuerzas de la naturaleza como una respuesta de ellas a las destrucciones y las fechorías a las cuales la humanidad se dio. Pero lo que yo le dije no es la esencia del tercer secreto de Fátima. La verdadera esencia supera cualquier imaginación. Se hace de verdad referencia a los tres días de oscuridad. Todo el planeta estará cubierto por tinieblas. Fuego va a caer desde el cielo y transformará los océanos en vapores. El último Papa caerá sobre la dominación de Satanás. Las tierras serán sacudidas. Miles de ciudades y de hombres serán llevados por las aguas, por tormentas y tsunamis. Habrán epidemias que diezmarán en una sola noche las poblaciones de países enteros. Serán también tres días de tinieblas (la oscuridad y la inquietud van a abarcar también a la vez las mentes de muchos), días en los cuales sería muy peligroso encontrarte afuera. Y todas estas cosas no van a pasar dentro de 100 años, ni dentro de 50, ni dentro de 30 años. Todo el planeta será afectado, todas las religiones, todas las razas, todas las regiones sin excepción alguna.”
A la vez, el Padre Malachi Martin es el que nos dio en 2007 una información crucial: “El gran factor desencadenador vendrá desde el cielo, sobre la bóveda celestial. Que estén atentos a la bóveda celestial… El signo de la Virgen aparecerá sobre el cielo, y esto será muy pronto, en los siguientes 10, 20 años. Será un choque para todo el mundo. La señal de la Virgen mostrará que Dios existe, ayudando a los que tiene una fe estéril, oscilante. Pero no convertirá a quienes no creen en nada. Por consiguiente entonces cuando vean un día de primavera, una señal en el cielo (como una aurora boreal) entonces va a empezar todo...”
A pesar de todas estas previsiones tenebrosas, esperamos que el castigo divino terrible y a la vez plenamente meritorio de toda la humanidad podría ser alejado, en la última hora, a través de una reorientación muy rápida de la humanidad hacia Dios. En esta dirección la práctica del MÉTODO SUPREMO Y EFICIENTE, expuesto en este librito, nos permitirá, por la ayuda milagrosa recibida desde Dios Padre, expiar, a través de unos esfuerzos sostenidos y adecuados, el desencadenamiento de unas catástrofes de grandes dimensiones.